Llamar a algo o a alguien «perfecto», parece ser uno de los cumplidos más bonitos que se puedan dar. Pero nada está más lejos de la realidad.
¿Por qué? Ser «perfecto» implica un grado de control extremo que impide a la persona poder relajarse. A los perfeccionistas muchas veces se les califica de intransigentes, de implacables, con principios dogmáticos y más proclives al estrés y al enojo.
No obstante, la mayoría de los perfeccionistas no están impulsados por la búsqueda de la perfección, sino que son impulsados por la evitación del fracaso. Ser perfeccionista no se trata de ser perfecto, sino del miedo a no ser lo suficientemente bueno.
Muchas de las personas que se consideran perfeccionistas creo que se sentirán identificadas con algunas características como la de hacer las cosas lo mejor posible, a fondo, o de forma eficiente. También creo que estarán de acuerdo en que a veces buscan impresionar a los demás. Un ejemplo puede ser impresionar a los amigos con una cena hecha en casa como si de un restaurante se tratara, o bien organizando el garaje con la complejidad de un juego de Tetris.
Pero también hay signos menos conocidos de perfeccionismo. En este primer artículo os dejo alguno de ellos.
1. Siempre luce genial
Luce en cuanto a presencia se refiere. No hay día en que no se vaya arreglado según lo requieran las distintas situaciones sociales. No hay barba descuidada o esmalte de uñas astillado.
Llevar al extremo este perfeccionismo en la apariencia es un factor de riesgo para los trastornos alimentarios. La bulimia y la anorexia son a menudo signos de grietas en la fachada de un perfeccionista. Toda la presión que se pone uno a sí mismo tiene que salir de alguna forma y en algunos casos se hace a través de estas enfermedades.
2. Guarda ideas y proyectos hasta que están formados
Un perfeccionista prefiere no difundir sus ideas o los proyectos en los que está trabajando hasta que no están listos. La posibilidad de presentar algo medio cocido es tan repugnante como salir medio desnudo a la calle.
3. Necesita listas, calendarios y horarios
Necesitan estar organizados y ser eficientes en cuanto a tiempo se refiere. Son personas muy productivas y hacen las cosas de manera eficaz.
Pero a veces la productividad no es la meta. Tener un horario excesivamente rígido y un listado incorporado para la comprobación de tareas pendientes, puede resultar difícil ser flexible, encontrar tiempo para un plan espontáneo o una simple charla amistosa.