El autocontrol lo conocemos con muchos nombres: fuerza de voluntad, disciplina, regulación de los impulsos…, pero siempre hace referencia a lo mismo: la capacidad de poder resistir ante una tentación en el momento preciso. Cuando nos encontramos a nosotros mismos de pie enfrente de la nevera, cuando nos damos cuenta de que hemos perdido una hora de nuestra vida saltando de vídeo en vídeo en YouTube cuando teníamos un proyecto que hacer… es cuando nos podemos preguntar si realmente nos autocontrolamos lo suficiente.
Entonces, ¿cómo podemos dejar de estar tan enganchados a las redes sociales, cómo podemos resistirnos a esa «última» copa y llegar a la cama a una hora decente? Aquí os dejamos 6 consejos para aumentar el autocontrol.
Puedes aumentar tu autocontrol
El autocontrol es un rasgo de la personalidad innata, pero también es una habilidad. Por lo tanto es entrenable i puede mejorarse.
Define lo que tratas de controlar
Una meta vaga como «no volveré a llegar tarde» o «no me volveré a distraer» está destinada al fracaso. Así que intenta establecer una meta concreta, más específica. Es mejor marcase una meta como «trabajaré durante una hora sin revisar las redes sociales» o «no comeré después de la cena de esta noche».
No dependas de la fuerza bruta
Forzarse a hacer algo aversivo, como ser amable con tus suegros o resistirse al cigarrillo de después del café, agota tu dosis de autocontrol para otras tareas. A pesar de que el autocontrol se puede fortalecer, es un recurso limitado. Trata de pensar en la tarea que tanto te frustra de manera diferente. Eso nos lleva al siguiente consejo.
Reduce el atractivo de tus tentaciones
Trata de devaluar tus distracciones e intenta razonar si realmente lo necesitas en ese momento. Recuerda que necesitar equivale a decir que no puedes vivir sin ello.
Aumenta el atractivo de tu tarea
Si puedes bajar el valor de tus tentaciones, intenta ahora aumentar el valor de la tarea que debes realizar. Puede resultarte útil pensar en lo bien que te sentirás cuando hayas terminado, que tu tarea estará finalmente fuera de la lista de pendientes o que podrás quitarte el sentimiento de culpabilidad. También puedes pensar alguna manera de hacer más divertida la tarea. Por ejemplo sabemos que cuando la gente escucha música o audiolibros asiste más asiduamente al gimnasio. Se puede aplicar lo mismo para realizar las tareas del hogar.
Habla en voz alta
Literalmente, habla contigo mismo antes de caer en la tentación. Hablar en voz alta te ayudará a reflexionar acerca de tu propio pensamiento. Muchos de los beneficios de resistir a la tentación son abstractos, como una mejor salud, la ética ante el trabajo o un trabajo bien hecho. Así que escucharte a ti mismo, hablar acerca de tus objetivos, puede hacerlos más reales y permitirte competir con la tentación concreta.