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La disfunción eréctil tiene solución

Lluís Cavallé

Psicólogo y neuropsicólogo

La disfunción eréctil es un problema cada vez más frecuente en nuestra sociedad moderna. Se trata de la incapacidad de poder tener y mantener una erección. Hoy en día estamos expuestos a grandes dosis de sexualidad a través de todos los medios posibles, pero paradójicamente, después, cada vez más hombres sufren disfunción eréctil. Sí es cierto que hay razones físicas en algunos casos, pero en muchos de ellos la disfunción eréctil responde a problemas de origen psicológico.

Como bien decía Freud, el sexo está en nuestra mente. Es por este motivo que la ansiedad, el estrés, el agotamiento de la vida diaria, las prisas… pueden provocar la disfunción eréctil. En nuestra cultura se tiene una idea muy irracional de este problema, se le da una importancia que realmente no tiene. Las creencias de que «el hombre tiene que cumplir», «el hombre tiene que demostrar», «el hombre tiene que dar la talla», «el hombre debe dejar satisfecha a su pareja”… todo esto por «no ser menos hombre que el resto», provocan una presión adicional que facilita el mantenimiento del problema.

Como hemos comentado anteriormente, la disfunción eréctil es un problema muy común. De hecho, se estima que en España aproximadamente en torno al 19% de la población masculina sufre este problema. A pesar de ser este un problema tan abundante, los hombres de media tardan tres años en acudir a un profesional desde que empiezan a sufrir la enfermedad. La vergüenza, la dificultad de reconocer que se tiene este problema, es lo que hace posponer la búsqueda de la solución efectiva.

La pareja del hombre que padece de disfunción eréctil es también víctima de este problema, aunque a veces puede convertirse en la mejor aliada. Por eso hay que tener una buena comunicación en la pareja, ya que a veces no se habla de sexo todo lo que se debería. La comunicación erótica es un pilar fundamental en las relaciones de pareja, pero en muchas ocasiones los miembros han crecido en un ambiente donde el sexo se considera un tabú. Es necesario un entorno de confianza y seguridad donde poder expresar lo que nos gusta y lo que no sin miedo a las críticas o al rechazo.

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